Si los propietarios del dinero líquido, o quienes lo gestionan, son presa de emociones. Recordemos que las decisiones pueden ser irracionales, también en asuntos de dinero, tal y como demostró el psicólogo premio Nobel de Economía Daniel Kahneman.
Para un psicólogo que gana un Nobel y es de economía, cosa que produce una extraña impresión de normalidad y sorpresa.
Pues bien, desde hace tiempo viene circulando la opinión fundamentada de que las grandes empresas de tecnología, intoxicadas por su propio exceso de liquidez, están sondeando donde diversificar sus inversiones. Supone un cambio de estrategia crítico.
Y para el emprendedor o emprendedora un cambio del entorno.
Hasta ahora, los grandes grupos tecnológicos o logísticos se movían en ámbitos cercanos a su propio core, al núcleo de los negocios que conocían. Pero poco a poco han ido saliendo fuera de su “zona cómoda”, y probando rutas nuevas.
Y aquí viene la segunda parte de del rumor: los grandes grupos empresariales estadounidenses están pensado en pasar al maravilloso negocio de prestar dinero.
Eso que hasta ahora hacían solo los bancos y algunas empresas de crédito, muy conocidas por sus anuncios TAE 16999% hasta que la gente las llamó al orden.
Que estas empresas, entre las que se podrían encontrar Amazon, Apple, FaceBook y Google, entren en el mercado de productos financieros es algo que ya debían esperar los bancos tradicionales, cuyo esfuerzo por tecnificarse y presentar App tras App para que los clientes gasten su dinero y gestionen sus cuentas bancarias era evidente.
Sobre todo en Europa, donde el precio del dinero que presta el Banco Central reduce los beneficios de la banca desde hace años.
A parte de la posibilidad de que EEUU se haga de nuevo con los activos europeos que sostienen la devolución de los créditos en una especie de “hackeo” económico del resto de bloues económicos. De paso hasta podría reducir la influencia China. Veremos lo que tarda en calcar la jugada, sabiendo que muchas de sus organizaciones cuentan con el respaldo del estado.
Así que, el temor de los bancos a este nuevo tipo de competidor, internacional y poderoso, no es infundado.
Las Bases de Datos obtenidas por cualquiera de las grandes empresas de comercio o servicios tecnológicos tienen un potencial de oferta que es imaginable. Lo de medirlo con eficacia ya es otra cosa.
Predecir el potencial de negocio queda, por el momento, en el ámbito de las buenas aproximaciones.
Para el emprendedor de a pie con curiosidad malsana por lo conceptual, en todo caso, es interesante por lo que puede afectar a su entorno imediato.
Para una gran empresa con datos de millones de usuarios una simple segmentación por áreas geográficas o sociológicas puede implicar decisiones de miles de millones. Eso si se tiene la prudencia, en Europa, de no entrar en conflicto con el Reglamento 679/2016 del Parlamento Europeo y del Consejo anonimizando los datos.
El análisis de cisrcuntancias y hábitos de los usuarios permitiría a estas empresas presentar de forma tentadora hipotecas, préstamos al consumo, fondos, y quien sabe si sus mismas acciones, entre otros productos. Eso sin contar con la aplicación del Big Data de forma más compleja, digamos, algorítmica.
Apple, Amazon y Google, y quien sabe si hasta Disney, podrían hacerse con millones de clientes en poco tiempo.
Todo esto supone una amenaza para los bancos tradicionales, amenaza que ya han intuido, sobre todo en su actual situación de debilidad tras la crisis de 2007.
La prueba de ello me llegó esta misma mañana en forma de encuesta. Casi apostaría.
(Espero que se vea suficientemente bien; es lo que tiene cazar una imangen a volapié y con prisas, sin programas de edición siquiera).
Para el consumidor podría ser incluso interesante. Quién sabe si puede ser una oportunidad para obtener créditos blandos para proyectos pequeños o medianos ¿podría la globalización bancaria reactivar la pequeña economía?
Pienso que sí, pero siempre y cuando no caigan en la fagocitación del endeudado a la más mínima señal de éxito. Pensemos que hablamos de grandes depredadores, no del colmado del barrio.
Deduzco, por tanto, que dentro de poco tendremos plataformas de servicios de video on-line prestando dinero.
Todo un cambio.
A ellos mismos les interesa diversificar, si pensamos que las modas de cada Red Social, sobre todo en estos servicios, pueden variar y hacer cambiar el mercado de un día para otro, o por lo menos de una cohorte generacional a otra, y eso son unos diez años entre cada consumidor y cada consumidor.
Nota: no, lo siento. Somos consultores, no prestamistas. Tangente Consultores NO presta dinero. Lo sentimos.